Es un gas gas noble y pesado, menos conductor, incoloro, inodoro y no tóxico  y que mejora las prestaciones térmicas y acústicas del acristalamiento.

El gas argón proporciona una mejora extra, pero no tendría sentido utilizarlo solo sin antes, también incluir en esos vidrios los tratamientos anteriores de bajo emisivo o control solar.

  • Mejora aislamiento térmico:  es un gas con una menor conductividad térmica que el aire. Por este motivo puede reducir el valor U entorno a los 0,3 W/m2K.
  • Mejora acústicamente: es un gas con mayor densidad que el aire, y por lo tanto más pesado. Esto hace que también mejore el aislamiento acústico. Al igual que con el aislamiento térmico, es una mejora añadida a la utilización de vidrios laminares, de alto espesor y con combinaciones de espesores diferentes, que son la base para la mejora del aislamiento acústico. El añadido de este gas, podemos decir que puede suponer una mejora extra de unos 3dB con respecto al mismo vidrio sin gas.

Como consecuencia de esta mejora térmica, tenemos vidrios que al ser más aislantes, también nos proporcionan un mayor ahorro energético.

De la misma forma, podemos tener un mayor confort, al conseguir también una mejora del aislamiento acústico en aquellos casos que tengamos un problema de ruidos.

Si alguien piensa poner un vidrio triple o doble con gas argón, para la mejora del aislamiento térmico, sin antes añadir vidrios bajo emisivos. En este caso también el efecto del argón sería inapreciable.

Recomendamos poner el el vidrio en primer lugar el tratamiento bajo emisivo y si quiere que también le pongan argón, pero no ponga argón sin poner antes bajo emisivo.