Si hablamos desde un punto de vista técnico, podemos decir que la condensación en las ventanas se da cuando la temperatura de la superficie interior de cualquier parte de la ventana es igual o inferior a la temperatura de rocío del ambiente interior.
¿Qué significa esto? Tenemos que saber que para una temperatura determinada el aire acepta una cantidad de agua (gr/m3). La humedad relativa del aire es la relación entre la cantidad de agua que tiene el aire a una temperatura determinada y la máxima que acepta a esa misma temperatura.
La condensación es un fenómeno físico que se da cuando la temperatura de la superficie interior de cualquier parte de la ventana es igual o inferior a la temperatura de rocío del ambiente interior. Es decir, llega un momento que el aire ya no es capaz de contener más agua en su interior y la tiene que soltar por algún sitio. Lo que va a producirse es que el aire soltará el agua sobre los elementos más fríos. El aire se comporta como una «esponja», que es capaz de absorber agua hasta un determinado volumen, pero a partir de un punto empezará a gotear.
Según lo que se produzca en el interior de la vivienda por sus diferentes actividades o situaciones, pueden ocurrir varias cosas:
1º Que la humedad del ambiente pueda variar debido a por ejemplo:
– Actividades domésticas
– Procesos de sueño.
– Actividades diurna.
– Riegos de plantas, etc.
Podemos estimar que aproximadamente en una vivienda de 3 dormitorios el agua puede aumentar en 7kg/día.
2º También puede variar la temperatura interior.
– Desconexión de la calefacción en las mañanas. Es por este motivo por lo que la condensación suele aparecer más a primera hora de las mañanas cuando la temperatura baja al desconectar los radiadores normalmente por la noche.
– Bajada de la temperatura de la calefacción por cualquier motivo.
Debido a estas variaciones de humedad y temperatura puede o no aparecer el fenómeno de la condensación.
Por este motivo para evitar la condensación en las ventanas podemos hacer lo siguiente:
– Mejorando el aislamiento térmico de la ventana.
De esta forma conseguimos mantener una temperatura más elevada sin tener que aumentar la calefacción. De la misma forma la temperatura en la superficie interior de los marcos será mayor con lo que el riesgo de condensación en las ventanas será menor.
– Mejorando la ventilación. Para introducir aire seco. Es importante mantener una humedad relativa entorno al 60% lo que se considera una situación de confort.
– Aumentando la temperatura ambiente.
En resumen, unas ventanas aislantes, que ahorran energía, aparte de de ahorrar energía nos servirán para minimizar el riesgo de tener condensación en las ventanas.
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