Solo los que tenemos ventanas aislantes y un hogar bien aislado podemos disfrutar de esta curiosa experiencia.
De repente un día te levantas por la mañana, sales a la calle y te das cuenta que han bajado las temperaturas y que el verano nos está empezando a decir adiós. Además de una cierta tristeza por los recuerdos que nos deja el verano que se va, te sorprendes y te preguntas: ¿cómo es posible esto si en mi cas estaba yo tan confortable?
Estabas en casa desayunando y no notaste bajada alguna de temperaturas. Tu hogar sin calefacción seguía teniendo la misma temperatura. Este confortable efecto no lo tienes solo un día, sino que en un hogar bien aislado el efecto del adiós del verano en tu hogar dura varios días.
Y es que con ventanas aislantes el verano dura más en nuestro hogar.
Al tener el hogar bien aislado, este conserva la temperatura de los días anteriores ya que su resistencia a la bajada de temperatura interior, es mucho mayor que en un hogar mal aislado ,donde ante una bajada de las temperaturas exteriores, de forma inmediata se nota la bajada también en el interior del hogar.
Lo mejor es que este agradable efecto no lo notamos sólo estos días en los que bajan las temperaturas. En pleno invierno, cuando tenemos la calefacción, es donde conseguimos sacar más partido a unas buenas ventanas. El calor interior que aportamos con la calefacción, no se escapa al exterior con lo que tenemos un considerable ahorro en calefacción en comparación con los hogares mal aislados.
Aislar sale rentable y además es muy confortable. Y cambiar tus ventanas es muy sencillo.
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