Llevamos ya 20 días de confinamiento en nuestras casas y parece que nos quedarán todavía unos cuentos más…
Una misión que tenemos que cumplir, para poder parar esta pandemia originada por el Covid-19.
Salvo que tengas la suerte de tener una vivienda unifamiliar con una zona de jardín o recreo, el estar tantos días en casa pueden hacerse especialmente duros. Puede que seas también de los afortunados que tengan una vivienda con terraza, azotea o un simple balcón.
En lo pisos que se construyeron sobre los años 60 y 70 son habituales que tengan alguna terraza. A estos pisos, posteriormente, muchos de sus dueños decidieron cerrarlas para dar mayor superficie al interior o ganar espacio para alguna habitación. Luego en construcciones de años posteriores dejaron de proyectarse viviendas con terraza debido a la baja demanda.
Antes de esto, por los años 20 y 30, en viviendas más antiguas, en lugar de terrazas, se construían balcones, sobre todo en edificios de grandes ciudades. Un balcón que se construía para que entrar gran cantidad de luz en la vivienda y los vecinos pudieran salir y sentir la sensación de “la calle” y poder comunicarse con los vecinos cercanos.
Incluso hay vivienda cuyas únicas ventanas dan a un patio interior.
En general por el clima y nuestra cultura, los españoles dedicamos más tiempo a estar en la calle que nuestros vecinos de Europa del norte. Por esto, nuestras viviendas podemos decir que en general no están acondicionadas para estar mucho tiempo en ellas.
Por eso, si eres de los muchos que en estos momentos no tienes la suerte de vivir en una vivienda unifamiliar, lo más probable es que estos días prestes más atención a tus ventanas.
Las ventanas nos permiten ventilar el hogar, pero también en estos días de confinamiento abrirlas para asomarnos por ellas. Nos asomamos para tomar un poco de aire fresco, para que nos den unos rayos de sol o simplemente para relajarnos, reflexionar y contemplar el exterior.
También las hemos utilizado para conocer mejor a nuestros vecinos. A las 8 de la tarde ventanas abiertas para aplaudir a los que están luchando desde diferentes sectores para acabar con el Coronavirus.
Son las ventanas las que nos protegen del exterior, y a la vez nos conectan con el mundo exterior, cuando como en estos momentos es necesario.
Puedes aprovechar el tiempo para apoyarte en ellas y te darás cuenta de algunos detalles que a lo mejor antes no te habías fijado. Por ejemplo si tienes una ventanas de madera o PVC, te darás cuenta que cuando te apoyas en ella no tienes la sensación de estar apoyado en una superficie fría como sucede en la ventanas metálicas de aluminio. Entonces te das cuenta, que cuando esa ventana está cerrada te está aislando del frío y calor exterior y ayudando a abrir energía.
Aunque en estos momentos simplemente quieres abrirla y apoyarte en ella con comodidad para seguir manteniendo el contacto con el exterior que sentimos necesitando.
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